El mercado de vehículos comerciales ofrece una interesante variedad de modelos que se ajustan a la perfección a las necesidades de los usuarios. De esta forma, la oferta te permitirá elegir desde uno de los furgones más grandes del mercado, un capaz furgón de tamaño medio –no te pierdas la parte 1 y la parte 2 de nuestra guía de compra-  o una polivalente furgoneta compacta.

En este repaso al mercado, todavía queda un segmento por debajo de todos estos: el de los vehículos comerciales derivados de turismo. Si necesitas un vehículo para trabajar en el centro de la ciudad, no hay un vehículo más polivalente -con perdón del Invicta Electric Metro-, por lo que vamos a explicarte en qué se diferencian de un comercial tradicional, sus ventajas, sus inconvenientes y las opciones que tienes en el mercado.

¿Qué es un vehículo derivado de turismo?

La principal característica de un derivado de turismo es, como su propio nombre indica, que está completamente basado en un modelo convencional, siendo el segmento de los utilitarios el favorito por las marcas para realizar este tipo de conversiones.

De esta forma, estéticamente no vemos cambios demasiado relevantes respecto a sus hermanos de gama más allá de un equipamiento normalmente más básico, claramente enfocado a la robustez. Es cierto que en algunos casos, sobre todo en los modelos de tres puertas, las ventanas traseras van paneladas como si de un furgón de carga se tratase.

El mayor cambio respecto a un turismo convencional es que se prescinde de la fila trasera de asientos y, normalmente, llevan una valla metálica para separar el espacio de carga de los asientos delanteros. De esta forma, cuentan con un volumen de carga suficiente como para llevar todo tipo de bultos de tamaño pequeño y mediano.

¿Qué ventajas tiene un derivado de turismo?

El hecho de estar completamente basado en un turismo convencional, hace que este tipo de vehículos puedan disfrutar de una interesante serie de ventajas.

  • Gracias a compactas dimensiones, pueden presumir de tener una gran maniobrabilidad, por lo que son los vehículos perfectos para el reparto en ciudad.
  • Las normas de circulación son prácticamente idénticas a las de un turismo, por lo que no exigen tener ningún tipo de carnet especial.
  • Su consumo es normalmente inferior al de cualquier comercial, y es que su aerodinámica es muy superior a la que puede ofrecer cualquier furgoneta.

¿Y cuáles son sus inconvenientes?

  • A pesar de tener apariencia de turismo convencional, debemos tener en cuenta de que estamos ante un vehículo comercial, por lo que las revisiones son más exhaustivas que en un turismo. Por ello, un derivado de turismo debe pasar la ITV en los mismos periodos que un comercial: desde su primera matriculación, la primera inspección se realizará a los dos años. Una vez que el vehículo supere los seis años de antigüedad, se tendrá que pasar la inspección año y, cuando supere el umbral de los diez años, cada seis meses.
  • Un vehículo derivado de turismo no puede superar los 100 km/h en autopistas y autovías. En caso de circular por una carretera convencional, la velocidad máxima se limita a 90 km/h. Si se transportan mercancías peligrosas, no se podrá circular a más de 80 km/h.

¿Qué derivado de turismo me puedo comprar?

A pesar de que hace unos años, los derivados de turismo estaban disponibles en la gama de varias marcas, la oferta de modelos en esta categoría no es demasiado extensa en la actualidad. Por ello, podemos destacar un trío de modelos que son capaces de ofrecer toda la maniobrabilidad de un pequeño utilitario con un espacio de carga perfecto para el transporte de última milla.

Citroën C3 Business

El exitoso utilitario de la gama de los chevrones cuenta, desde el lanzamiento de la tercera generación del modelo en 2017, con una variante comercial que prescinde de los asientos traseros para ofrecer un espacio de carga de 589 litros.

Bajo su capó, podremos encontrar el BlueHDi de 100 CV, una eficiente mecánica diésel que promete consumos de tan sólo 4,2 l/100 km o el PureTech 82, un propulsor de gasolina que también encontramos en las variantes de turismo. En ambos casos, va asociado a una transmisión manual de cinco relaciones.

Fiat Panda Van

El mítico urbanita italiano es uno de los pesos pesados dentro del segmento de comerciales derivados de turismo. Siguiendo con la receta de prescindir de la fila de asientos trasera, el Fiat Panda Van cuenta con un espacio de carga de nada menos que 1.000 litros, una cifra espectacular teniendo en cuenta que estamos ante un coche que mide tan sólo 3,65 m de longitud.

Una de sus principales ventajas es que su oferta mecánica es idéntica a la que ofrece el resto de la gama. De esta forma, podremos contar con una mecánica bifuel alimentada con GNC y otra con microhibridación, disfrutando ambas de las ventajas de la Etiqueta ECO de la DGT.

Citroën Ami Cargo

El Citroën Ami Cargo es el arma definitiva si necesitas un vehículo especialmente manejable para realizar repartos de última milla en el centro de la ciudad. A diferencia de los otros dos modelos que te hemos presentado, el microcoche francés prescinde del asiento del copiloto para ofrecer un espacio de carga de 400 litros en el que se pueden transportar hasta 140 kg.

Este pequeño utilitario cuenta con un motor 100% eléctrico que le permite alcanzar una velocidad máxima de 45 km/h, suficiente para callejear con total soltura. La ventaja de contar con un motor eléctrico de tan sólo 8,2 CV es que no necesita una gran batería para alimentarlo. De esta forma, cuenta con una pila de tan sólo 5,5 kWh de capacidad que promete una autonomía de 75 km con una sola carga.