A muchos nos ocurre lo mismo: probamos o tenemos un SUV grande y, cuando llegó el momento de viajar con tres niños, cochecito, dos bicis y medio trastero, se nos damos cuenta de que el maletero se quedaba corto y la tercera fila era de “emergencia”. Aquí es donde una furgoneta bien pensada se convierte, en la práctica, en el mejor monovolumen que puedes comprar: puertas correderas que facilitan el acceso, asientos que se deslizan o se quitan sin dramas, y un maletero que sigue existiendo aunque vayan siete u ocho dentro. Para seleccionar estas cinco opciones hemos puesto el foco en lo que realmente define la vida a bordo: el confort acústico y de suspensión para viajar en familia, la ergonomía de la segunda y tercera fila (altura de banqueta, ángulo de rodilla, facilidad para abrochar sillas infantiles), la modularidad del conjunto (raíles, butacas individuales, mesas reales y no de adorno), la capacidad del maletero cuando viajan todos, y la seguridad activa con asistentes que de verdad ayudan a llegar menos cansado. También hemos valorado el comportamiento dinámico con la furgoneta cargada (porque es como van a circular la mayoría de veces) y, por supuesto, la lógica de las mecánicas.
¿Por qué priorizamos motores de combustión y no versiones eléctricas o híbridas enchufables? Porque cuando el uso principal son viajes largos con familia y equipaje, el tiempo “puerta a puerta” manda. A ritmos de autovía, las baterías pierden porcentaje con más rapidez, las paradas de carga reordenan el viaje y el peso extra se nota tanto en el filtrado de baches como en la frenada y el balanceo cuando el vehículo va a tope. Un buen diésel moderno mantiene un ritmo constante con consumos estables, ofrece autonomías reales que te permiten elegir dónde parar y reposta en minutos. Si el 80% de la vida del vehículo va a ser ciudad, reparto o entornos con recarga fácil, entonces el PHEV/EV cobra sentido, pero si lo tuyo es autovía, viajar con familia y equipaje, la lógica del confort y la logística de viaje sigue sonriendo al motor térmico. Con ese criterio, estas son, en orden, las furgonetas que mejor “hacen de monovolumen” hoy.
Toyota Proace Verso: la lógica que siempre funciona
La Proace Verso no busca deslumbrar con artificios. Lo que propone es hacerlo todo bien donde más duele cuando viajas con gente y equipaje. Hay varias longitudes de carrocería y configuraciones de 7, 8 o 9 plazas, pero el punto diferencial está en cómo aprovecha el espacio. Las puertas correderas dejan un hueco de acceso ancho, el plano del suelo queda bajo y la segunda fila ofrece un recorrido de deslizamiento generoso, de esos que permiten jugar con las piernas de los pasajeros y, al mismo tiempo, salvar un maletero serio incluso con tres filas desplegadas. La climatización para las plazas traseras no es un “añadido” tímido, regula bien y mantiene la temperatura uniforme sin obligar a la primera fila a ir tiritando.
En marcha es justamente lo que quieres en un viaje largo: un tarado de suspensión pensado para filtrar y no para lucir en curva, una dirección honesta que evita correcciones constantes y un aislamiento que, sin llegar al de un gran turismo premium, reduce esa fatiga de zumbidos y rodadura que, hora a hora, marca diferencias. La recomendación natural para quien hace kilómetros es el 2.0 diésel con cambio automático. Es el combo que permite rodar con vueltas bajas, holgura en adelantamientos y autonomías que de verdad te dejan escoger dónde parar. Detalles como la facilidad para plegar o retirar butacas, la robustez de los guarnecidos o la altura de banqueta —ni muy baja ni muy alta— acaban de rematar una propuesta que quizá no sea la más vistosa del grupo, pero que, cuando sumas kilómetros, suele ser la opción a la dirigir las miradas, en parte, porque la red Toyota tiene una capilaridad de servicio que da mucha paz
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Volkswagen Multivan (T7): modularidad pura con tacto de turismo
La Multivan es el ejemplo perfecto de cómo llevar el concepto monovolumen a otro nivel gracias a la modularidad. La arquitectura de la T7 acerca la conducción a la de un turismo grande: postura al volante natural, un eje delantero que gira “de verdad” y una sensación general de control que no exige adaptación. Pero lo que enamora detrás son los raíles y los asientos individuales que se mueven donde tú quieres, giran en la segunda fila para montar un “salón” y se combinan con una mesa central que no es un juguete: sube, baja y avanza hasta donde la necesitas para trabajar con un portátil, jugar a cartas o dar de merendar sin convertirlo todo en un circo.
Con tres filas en uso el maletero sigue siendo aprovechable, y aquí se nota otro detalle práctico: los nuevos asientos pesan bastante menos que los de la generación anterior, de modo que reconfigurar la cabina no es una sesión de halterofilia. En dinámica, la Multivan tiene ese punto de aplomo que agradeces cuando el viento cruza o la calzada se ondula: no tiene movimientos extraños y siempre transmite serenidad. Si lo que quieres es viaje sin enchufe y consumo contenido, el 2.0 TDI con automático es la relación más sensata entre ritmo y gasto. Si no haces demasiados kilómetros anuales fuera de la ciudad y prefieres un tacto más vivo, el renovado híbrido enchufable también tiene sentido. Lo importante es que, una vez ajustas asientos y mesa a tu manera, esta es la furgoneta que más se parece a llevar tu salón dentro… y eso, con niños, adolescentes y abuelos, vale oro.
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Ford Tourneo Custom: equilibrio total y buenas plazas para «convivir»
Con carga y gente dentro, el chasis transmite aplomo y conserva la trayectoria con menos correcciones que antes y filtra baches con más autoridad. Para el uso que nos ocupa, los diésel EcoBlue con cambio automático son los que de verdad encajan: permiten mantener 120–130 km/h sin rumorosidad molesta y con un gasto razonable, y además ofrecen la posibilidad de tracción total en determinadas variantes para quien frecuenta puertos de montaña o climas menos amables. ¿Pegas? El tamaño manda en ciudad y, como siempre, lo mejor de la gama eleva la factura; aun así, si buscas un “todo en uno” muy sólido, la Tourneo Custom está en su mejor momento.
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Renault Trafic SpaceClass: confort robusto, 9 plazas reales y precio con cabeza
La Trafic en versión SpaceClass juega la carta de la solidez bien entendida. No pretende embelesarte con cuero hasta en el techo, sino darte espacio real para siete, ocho o nueve ocupantes, con asientos deslizantes sobre raíles que permiten afinar el triángulo perfecto entre piernas, altura de banqueta y maletero. La sensación al cerrar las correderas es buena, los accesos son amplios y, si montas la mesa opcional, el habitáculo se transforma en sala de estar improvisada con sorprendente facilidad. La climatización para las plazas traseras funciona y se maneja desde atrás, que es donde tiene que estar; y los materiales, sin lujos, están pensados para aguantar el trote de un uso familiar intenso o de un shuttle que no descansa.
En carretera es de las que más “se dejan llevar” cuando está cargada porque se siente asienta, pisa franca y no obliga a correcciones constantes con viento cruzado. Los diésel de dos litros tienen justo lo que se necesita para adelantar con inercia y para rodar largos sin tirones ni necesidad de jugar con el cambio cada dos por tres; si te mueves a plena ocupación con frecuencia, la versión más potente con transmisión automática es la que te hará la vida más fácil. Además, el coste por kilómetro, los seguros y el mantenimiento suelen salir más amables que en propuestas más aspiracionales. Para familias grandes, clubes o profesionales que, sin renunciar al confort, la SpaceClass es de esas opciones que convencen más cuanto más se usan.
Toda la información de la Renault Trafic SpaceClass, aquí.
Mercedes Clase V: la más confortable, pero la más cara
El reverso de la moneda es conocido: es la más cara de comprar, de asegurar y de mantener, y para exprimirla conviene configurar con cabeza, porque los paquetes de asistentes y confort suman. A cambio, si haces muchos kilómetros con pasajeros exigentes —familia, clientes VIP, traslados—, devuelve el esfuerzo con una experiencia de viaje que ninguna otra del grupo iguala en aislamiento y finura. En mecánicas, los diésel con caja automática de nueve relaciones son el punto dulce para quien quiere ritmo alto, silencio y gasto controlado; con plena carga y puertos de montaña, la versión más potente permite mantener velocidades de crucero sin despeinarse.
Toda la información de la Mercedes Clase V, aquí.
Tabla comparativa de confort de pasajeros
Enfocada a viaje largo familiar: seleccionamos la mejor mecánica térmica para cada modelo y valoramos habitabilidad trasera y logística real.
| Modelo | Mecánica recomendada para viajar | Plazas adultas “buenas” | Tipo de asientos traseros | Clima trasero | Maletero con 3 filas | Nota a 120–130 km/h |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Toyota Proace Verso | 2.0D 180 AT | 7–8 | Deslizantes/retirables (banquetas o butacas) | Sí, con mandos detrás | Aprovechable y “cuadrado” | Aplomo y rumorosidad muy correctos |
| VW Multivan (T7) | 2.0 TDI 150 DSG | 6–7 | Individuales en raíles, giro 2ª, mesa central | Trizona | Útil incluso a 3 filas (mejor batalla larga) | Tacto de turismo, muy estable |
| Ford Tourneo Custom | 2.0 EcoBlue 170 Auto | 7–8 | Raíles, configuración “salón” | Trizona + USB traseros | Muy capaz; mejor en batalla larga | Aplomo mejorado, dirección precisa |
| Renault Trafic SpaceClass | Blue dCi 170 Auto | 7–9 | Raíles; mesa opcional | Sí, mandos traseros | Gran capacidad de maletero incluso con 3 filas | Rodadura sólida con carga |
| Mercedes Clase V | V 300 d 9G‑Tronic | 6–8 | Butacas individuales “premium” | Sí, zonas/mandos | Muy aprovechable; portón con luneta | La más silenciosa del grupo |
Tabla de compra rápida por motorización
| Modelo | Versión aconsejada | Por qué encaja | A evitar si… | Alternativa urbana (si priorizas ZBE) |
| Toyota Proace Verso | 2.0D 180 AT | Autonomía, empuje y confort; fácil de cargar de plazas y maletas | Buscas lujo “premium” o gadgets vistosos | Proace Verso Electric (entorno urbano/interurbano controlado) |
| VW Multivan (T7) | 2.0 TDI 150 DSG | Mejor equilibrio consumo/ritmo; modularidad total | Haces pocos km/año y prefieres gasolina viva | eHybrid PHEV (si tienes enchufe y ciudad) |
| Ford Tourneo Custom | 2.0 EcoBlue 170 Auto (FWD/AWD) | Aplomo, ADAS al día y plazas “vivas” en raíles | Vas a moverte sobre todo en casco urbano estrecho | PHEV/EV en la gama Custom, si tu uso es urbano |
| Renault Trafic SpaceClass | Blue dCi 170 Auto | 9 plazas reales, precio con cabeza, costes contenidos | Buscas interfaz y acabados “premium” | — |
| Mercedes Clase V | V 300 d 9G‑Tronic | Aislamiento y finura; confort de butacas y asistentes | Presupuesto ajustado (compra/seguro/mantenimiento) | EQV sólo si la logística de carga lo permite |
Cómo elegir entre estas cinco
Si lo que quieres es cero dramas y mucho viaje con un coste de uso sensato, la Toyota Proace Verso es esa compañera incansable que no falla y que hace fácil lo difícil. Si tu familia “vive” en el habitáculo y reconfiguras asientos cada dos días, la Volkswagen Multivan es un pequeño milagro de modularidad con un tacto de conducción muy de turismo. Si buscas el equilibrio total y te atrae la última hornada de asistentes y conectividad, la Ford Tourneo Custom está en plena forma. Si necesitas nueve plazas reales, maletero y precio con cabeza, la Renault Trafic SpaceClass encaja como un guante. Y si tu prioridad es que todos lleguen más descansados de lo que salieron, la Mercedes Clase V sigue siendo la reina del aislamiento… sabiendo que su nivel se paga. Cuando el objetivo es que los pasajeros viajen cómodos de verdad, estas cinco demuestran que, en 2025, el mejor monovolumen puede seguir teniendo forma de furgoneta.