Kia continúa dando forma a una de las estrategias de electrificación más ambiciosas de la industria del automóvil. Tras el lanzamiento del PV5, primer modelo de su nueva familia de vehículos comerciales eléctricos, la firma coreana prepara el desembarco del Kia PV7, un modelo que promete ir más allá de la simple electrificación para adentrarse en un territorio inédito: la modularidad aplicada al vehículo comercial. El PV7 representa el siguiente paso en la evolución de Kia dentro del concepto PBV (Platform Beyond Vehicle), una estrategia que redefine la noción tradicional de “furgoneta eléctrica” para convertirla en una plataforma adaptable, conectada y preparada para múltiples usos. Si el PV5 marcó el punto de partida con su equilibrio entre eficiencia, diseño y practicidad, el PV7 se presenta como el buque insignia de la gama PBV, combinando mayor tamaño, más tecnología y una flexibilidad nunca antes vista en un vehículo de su categoría.

El contexto no puede ser más favorable. La demanda de soluciones de transporte cero emisiones crece en paralelo al auge del comercio electrónico, la distribución urbana y los servicios de movilidad compartida. Kia pretende aprovechar este escenario para posicionarse como referente en el segmento de los vehículos comerciales eléctricos, un espacio hasta ahora dominado por marcas europeas y japonesas, pero que comienza a abrirse a propuestas tecnológicas más avanzadas y sostenibles.

Estrategia PBV, así es la  denominada “Platform Beyond Vehicle”

En enero de 2024, durante el CES de Las Vegas, Kia presentó oficialmente su programa Platform Beyond Vehicle (PBV), un nuevo enfoque que trasciende el modelo tradicional de producción de vehículos. Más que fabricar furgonetas eléctricas, Kia propone desarrollar ecosistemas completos de movilidad basados en plataformas eléctricas modulares, software inteligente y servicios conectados. El concepto PBV se apoya en tres pilares fundamentales: personalización, sostenibilidad y conectividad. Cada vehículo PBV se concibe como una herramienta adaptable a las necesidades específicas de cada usuario o empresa, ya sea un servicio de reparto urbano, un taxi autónomo o un vehículo de ocio. Gracias a su arquitectura eléctrica modular —la e-CCPM (Electric Complete Chassis Platform Module)—, Kia puede desarrollar variantes con diferentes longitudes, configuraciones de tracción y capacidades de batería, manteniendo una base común que simplifica la producción y el mantenimiento.

Además, los PBV estarán profundamente integrados con el entorno digital. Kia trabaja en soluciones de gestión de flotas inteligentes, actualizaciones OTA (Over the Air) y sistemas de conectividad que permitan controlar el rendimiento, la carga y la planificación de rutas en tiempo real. El objetivo es que cada PBV funcione no solo como vehículo, sino como elemento individual dentro de un ecosistema conectado, capaz de interactuar con infraestructuras de carga, redes logísticas o plataformas de movilidad compartida.

La sostenibilidad también ocupa un lugar central. La gama PBV está diseñada con materiales reciclados y procesos de producción de bajo impacto ambiental, alineados con el compromiso global de Kia de alcanzar la neutralidad de carbono en 2045. Este enfoque integral sitúa a la marca en la vanguardia de un nuevo paradigma industrial: el del vehículo como servicio adaptable, sostenible y digital.

El PV7 será el buque insignia de la modularidad

Si el PV5 sirvió para demostrar la viabilidad técnica y comercial del concepto PBV, el PV7 encarna su madurez. Kia define este modelo como una plataforma de gran formato destinada tanto al transporte profesional como al uso polivalente. Será el primer vehículo de la marca capaz de incorporar una carrocería modular intercambiable, un avance que podría transformar la forma en que entendemos la propiedad y el uso de un vehículo comercial. De acuerdo a ello, lo que Kia está desarrollando en realidad es un sistema que permitiría intercambiar la parte trasera del vehículo —la caja, el módulo de pasajeros o la célula de carga— mediante un sistema de anclajes magnéticos y pasadores de seguridad, una idea tan innovadora como desafiante desde el punto de vista técnico y regulatorio. Esta modularidad permitiría que un mismo vehículo pudiera funcionar como furgón de reparto durante el día y convertirse en vehículo de pasajeros o camper durante la noche, reduciendo costes y multiplicando su utilidad.

El PV7 será, además, un modelo más grande y potente que el PV5, lo que lo posiciona en el segmento de las furgonetas medianas-grandes, rivalizando directamente con propuestas como el Volkswagen ID. Buzz Cargo, el Ford E-Transit Custom o el Mercedes eSprinter. Su arquitectura eléctrica, basada también en la plataforma e-CCPM, le permitirá ofrecer autonomías superiores a los 500 kilómetros, carga ultrarrápida de 800 V (80 % en menos de 30 minutos) y versiones de tracción delantera o total, adaptadas a distintos usos y geografías. El lanzamiento del PV7 está previsto para 2027, y su producción se llevará a cabo en la planta dedicada a PBV que Kia está construyendo en Hwaseong (Corea del Sur). Esta instalación será un punto clave en la estrategia global de la marca, que aspira a producir 250.000 unidades anuales de vehículos PBV una vez que la gama —que incluirá también los futuros PV7 y PV9— esté completamente desplegada. Con el PV7, Kia no solo amplía su catálogo eléctrico: redefine el concepto de vehículo comercial. Y lo hace desde una perspectiva tecnológica y pragmática, en la que la movilidad se convierte en una herramienta flexible, conectada y, sobre todo, sostenible.

Diseño, ingeniería y tecnología

El diseño del Kia PV7 refleja la madurez del lenguaje estético de la marca. La filosofía “Opposites United”, presente en toda la gama eléctrica de Kia, se expresa aquí con formas geométricas limpias, una silueta robusta y proporciones que combinan funcionalidad y presencia. A diferencia del PV5, el PV7 adopta un enfoque más imponente, con una carrocería más alta, un parabrisas más vertical y una zona de carga amplia que refuerza su carácter profesional. El interior ha sido concebido para maximizar la ergonomía y el espacio útil. Las superficies son resistentes, de fácil mantenimiento y fabricadas con materiales reciclados. Kia busca que el entorno de conducción transmita la misma sensación de modernidad que un turismo eléctrico, pero con la practicidad que requiere el uso intensivo en entornos urbanos o interurbanos. El cuadro de instrumentos digital, la conectividad total y las asistencias avanzadas a la conducción (ADAS) son parte de un equipamiento que coloca al PV7 entre los vehículos comerciales tecnológicamente más avanzados del mercado.

En el plano mecánico, la plataforma e-CCPM otorga al PV7 una base sólida y modular. Su arquitectura eléctrica de 800 V permitirá acceder a recargas ultrarrápidas, mientras que la distribución optimizada de baterías y motores eléctricos proporcionará un centro de gravedad bajo y un comportamiento dinámico más estable. Esta base común también facilitará futuras actualizaciones de hardware y software, garantizando la longevidad tecnológica del modelo.

Kia quiere que el PV7 no sea solo una furgoneta, sino una solución de movilidad integral. Por eso ofrecerá distintas configuraciones pensadas para cubrir un amplio espectro de necesidades:

  • PV7 Cargo: versión destinada al transporte de mercancías, con un espacio de carga generoso y un acceso optimizado mediante puertas traseras de gran apertura.
  • PV7 Passenger / Shuttle: pensada para el transporte de personas, servicios de ride-hailing o traslados corporativos. Ofrecerá hasta ocho plazas y una atmósfera confortable, con especial atención al aislamiento acústico.
  • PV7 Camper / Leisure Van: orientada al ocio, convertida en un espacio habitable con cama, cocina y conexión eléctrica. Representa la visión más lúdica de la modularidad.
  • PV7 Chassis Cab: destinada a empresas transformadoras que requieran soluciones personalizadas, desde talleres móviles hasta ambulancias eléctricas.

La estrategia de Kia contempla colaboraciones con carroceros locales en Europa, Asia y América para adaptar las conversiones a los requisitos de cada mercado. Esto permitirá una mayor rapidez en la homologación y un mejor aprovechamiento de la capacidad modular del vehículo.

Producción, sostenibilidad y estrategia global

El programa PBV cuenta con una planta de producción específica en Hwaseong, Corea del Sur, dedicada exclusivamente a la fabricación de vehículos basados en esta arquitectura. Esta instalación, completamente automatizada, estará operativa en 2025 y servirá como epicentro de la expansión global de Kia en el ámbito de los vehículos comerciales eléctricos. El PV7 jugará un papel central dentro de esa estrategia. Kia prevé que este modelo, junto al PV5 y el futuro PV9, contribuya a alcanzar el objetivo de 250.000 unidades anuales de PBV. El plan incluye una fuerte presencia en los mercados europeo y asiático, donde la electrificación del transporte comercial urbano avanza con mayor rapidez. En materia de sostenibilidad, Kia ha apostado por materiales reciclados, procesos de producción de bajo consumo energético y estrategias de economía circular. Además, los PBV incorporarán sistemas de gestión energética avanzados que optimizarán el uso de la batería, prolongando su vida útil y reduciendo el coste total de propiedad.

La propuesta modular del PV7 plantea oportunidades, pero también desafíos. Desde un punto de vista técnico, la posibilidad de intercambiar módulos de carrocería mediante anclajes magnéticos requiere una precisión extrema y protocolos de seguridad muy exigentes. Desde el plano regulatorio, Kia deberá afrontar procesos de homologación específicos para cada tipo de módulo y cada mercado, un reto que podría condicionar la rapidez de implantación global. Sin embargo, las ventajas potenciales son notables. Un sistema modular reduce la necesidad de múltiples vehículos para diferentes tareas, disminuye costes de adquisición y mantenimiento y optimiza la eficiencia de las flotas. Además, encaja perfectamente con las nuevas formas de negocio de la movilidad: suscripción, carsharing, logística inteligente o servicios de última milla. Kia parece entender que el futuro del vehículo comercial no pasa solo por electrificar lo existente, sino por repensar completamente su función. El PV7 es un ejercicio de diseño industrial y visión tecnológica que anticipa cómo será la próxima década del transporte profesional.

Por tanto, cuando llegue Kia con la PV7, entraremos en una nueva etapa en el mudo de la furgoneta, una era en la que los vehículos dejan de ser objetos estáticos para convertirse en plataformas dinámicas, conectadas y sostenibles. Y lo hace con una propuesta coherente, madura y con la solvencia técnica de un fabricante que ha demostrado saber anticiparse a los cambios del mercado. También confirmará que la movilidad eléctrica puede ser algo más que eficiencia: puede ser versatilidad, innovación y, sobre todo, una nueva forma de entender la relación entre el vehículo y su usuario. Eso sí, tendremos que esperar al año 2027 para ello.