¿Eres de los que piensas que los vehículos eléctricos son un invento moderno? ¿Crees que lo de las furgonetas electrificadas son de este siglo? ¿Imaginas cómo fue el desarrollo del vehículo eléctrico en el pasado? Bueno, la electrificación en el mundo de la automoción es todo menos moderno. Es más viejo, como dirían algunos, que el hilo de cobre… o casi.

En el pasado, fueron muchos los fabricantes que optaron por tener vehículos de propulsión únicamente eléctrica. Incluso muchos los comercializaron, como Ford (y hablamos de cuando la vida era casi “en blanco y negro”, o al menos son así los colores en las que solemos ver las imágenes de aquellos tiempos). En Europa también existió un mercado importante, pero la era del petróleo, el precio más barato de éste y las especulaciones propias de las empresas que lo extraían, pero sobre todo las que lo vendían y tenían grandes intereses, dieron al traste con su desarrollo industrial… en el mundo de la automoción nos referimos, porque en otros, como en los ferrocarriles y demás, motores eléctricos de todo tipo hay para dar y tomar.

Ahora que Volkswagen ha tomado un claro camino hacia la electrificación de todos sus modelos, como otras tantas marcas (lo de la ley tiene mucho que ver, claro) conviene saber que precisamente sus furgonetas eléctricas, especialmente las Transporter o la Bulli, tienen un origen en el siglo pasado. Pero no a principios, fue cuando la vida era casi blanco y negro como decíamos. Por centrar el tiro, concretamente en 1972 (Feria de Hannover, Alemania). Sí, ha llovido mucho, pero hace mucho de aquello y a la vez no hace tanto.

T2 ELECTRIC TRANSPORTER CON BATERÍA EXTRAÍBLE

Para los incrédulos. Para los negacionistas. Para los amantes de los vehículos eléctricos. Para los que les gustan las furgonetas. Para los amantes de lo retro. Para quienes gustan de los automóviles. Para los que persiguen historias. Para todos. En 1970, Volkswagen ya experimentó con un vehículo eléctrico, el T2 Electric, de baterías intercambiables y perfectamente funcional, que pasaría a llamarse T2 Electric Transporter tal y como rezaba su logo trasero.

Como decíamos, no es nuevo que la electrificación de los automóviles viene de muy atrás. Historias, en Europa y en América, hay muchas. Una de ellas es este ejemplo de Volkswagen con uno de sus vehículos míticos, la T2 que, en este caso, sea apellidó, simple y llanamente, Electric Transporter, sobre la base primero de un furgoneta con al parte trasera abierta, tipo camioncito.

No planteaba ninguna duda. Es más que recomendable que nos acordemos de ella, pues por un lado es la pariente más directa de la VV ID. Buzz de Volkswagen, y también porque ha sido protagonista en el VW Festival de este pasado mes de julio en Alemania, donde más de 600 participantes han acudido con sus vehículos y donde la propia marca ha expuesto una de estas unidades. Desde hace mucho tiempo, esa T2 Electric Transporter forma parte del activo de la colección de Vehículos Comerciales de VW, y se la conoce porque antes ya había protagonizado muchas otras ferias/salones en este Viejo Continente.

MOTOR DE 16 KW, BATERÍA DE 21,6 KWH Y 85 KMS DE AUTONOMÍA

Era la década de los 70 del siglo pasado, en la fábrica más famosa del Volkswagen, la de Wolfsburg, cuando esta marca en cuestión ya andaba creando una división para el desarrollo para diseñar el primer Volkswagen eléctrico. Dos años más tarde se presentaba un prototipo con carrocería pick-up de plataforma o caja abierta. Muy poco después veía la luz la T2 Electric en cuestión, también en variantes como furgoneta y autobús, en serie reducida.

La ciudad de Berlín, en Alemania, adquirió siete ejemplares que se tenga constancia. Una de ellas es la famosa T2 Electric que estuvo activa en los Servicios Municipales de Transporte de Berlín. Fue un ejemplar fabricado en 1977 y matriculado según los archivos el 14 de abril de 1978. La variante autobús fue construida también en 1977 y matriculada para la empresa Berliner Verkehrsbetriebe, el 14 de abril de 1978.

El motor térmico de gasolina fue sustituido por uno eléctrico de 16 kW, o lo que es o mismo, 21,754 caballos de potencia. Al principio se utilizó uno de corriente continua de la marca Bosch, pero luego pasó a ser Siemens. Tenía un par de 160 Nm, que para le época, incluso para ahora, no estaba nada mal y seguro que tenía mejor respuesta al acelerador que con el motor térmico de gasolina. Encima iba “la unidad de control” de entonces, bastante voluminosa, pero es que entonces el mundo de la electrónica de la miniaturización no estaba tan avanzado.

Las baterías aportaban una capacidad de 21,6 kWh y eran de plomo-ácido; es verdad, nada que ver con las modernas de ion-litio y otras. Sin embargo, fueron suficientes para que esta T2 Electric pudiese alcanzar una velocidad máxima de 75 kilómetros por hora pero, sobre todo, una autonomía de hasta 85 kilómetros. Si tenemos en cuenta que los estudios de las marcas estiman que el recorrido normal de una persona en ciudad está en una media de 50 kilómetros… bueno, no estaba tan mal. ¿Y hablamos ahora de sostenibilidad como algo nuevo?

Eso sí, planteaba un inconveniente que ahora también existe con los eléctricos modernos aunque por potencia, chasis, etc. ya no supone el mismo hándicap, el peso. Arrojaba 2.170 kilos en la báscula en conjunto, que era mucho, aunque la carga máxima admisible no estaba mal: 880 kilos. Sin embargo, eso no era lo más evidente, pues como era una adaptación las baterías colocadas en el piso restaban alrededor de un tercio del volumen de carga… que en un Volkswagen T2 no es que sea lo más abundante.

La ciudad de Berlín además se preparó para la flotilla de estas Volkswagen Electric Transporter que adquirió a la marca e instaló una estación de cambio de baterías en el distrito de Tiergarten. Afortunadamente, la Volkswagen T2 Electric Transporter de 1972 estaba mejor pensada que los automóviles electrificados modernos. Al menos en utilidad. Esa estación de cambio de baterías servía para que las T2 Electric al servicio de la ciudad de Berlín pudiesen cambiar las baterías sin carga por otras con carga en poco tiempo. Según la marca, el cambio del conjunto de baterías se podía realizar en solo cinco minutos. Sí, efectivamente, así no tenían que estar paradas mucho más tiempo del que llevaría recargar un depósito de gasolina… ¿Seguimos hablando de sostenibilidad?

Además de que la Volkswagen T2 Electric contase con un servicio rápido de cambio de baterías, estaba equipada con una toma externa para su recarga enchufándola a la red eléctrica. También tenía sistema de regeneración o recuperación de energía. En realidad, lo actual no es nada nuevo, aunque haya evolucionado mucho por tecnología, tamaño y demás, pero si antes se hubiera desarrollado y seguido con este tipo de tecnología de electrificación, quizás ahora estaríamos varios pasos por delante en estos asuntos.