En el área de Soto de Medinilla, muy cerca de la capital vallisoletana, y sobre una superficie de 140.000 metros cuadrados, Switch Mobility va a construir un centro de producción I+D+i destinado a la fabricación de autobuses eléctricos y vehículos comerciales ligeros con la misma tecnología. La compañía tiene prevista una inversión de 100 millones de euros durante la próxima década y espera que se creen unos 7.000 puestos de trabajo directos e indirectos en la región.

La ubicación definitiva ha sido seleccionada entre varias posibles localizaciones y se han valorado las importantes conexiones de infraestructura por carretera, además de ser un lugar perfectamente ubicado dentro de Castilla y León para aprovechar la sólida base de proveedores automotrices con que ya cuenta la región, gracias a la implantación histórica de otros importantes fabricantes del sector del automóvil.

 

Varias fases, iniciando en 2024 la producción de furgonetas

La fábrica de Switch Mobility en Valladolid contará con dos líneas de producción de última generación y se espera que los primeros autobuses estén en producción en la planta de fabricación durante el cuarto trimestre de 2022. En marzo arrancará la construcción de la factoría y antes de que concluya el año debería empezar la fabricación de un nuevo autobús de 12 metros destinado a diferentes mercados de toda Europa.

La segunda fase se centrará en construir la siguiente generación de autobuses eléctricos, de acuerdo con la demanda del mercado, además de desarrollar capacidad de ensamblaje para producir baterías NCM (son de litio, pero su ánodo está hecho con níquel, manganeso y cobalto). Y ya en una tercera fase arrancará la producción de vehículos comerciales ligeros eléctricos, prevista para 2024, según ha confirmado Switch Mobility a EspacioFurgo.

La compañía añade que durante el desarrollo de su plan modular de tres fases, la planta podrá aumentar la capacidad de producción si es necesario, con una previsión inicial de más de 50.000 vehículos al año, incluyendo autobuses y furgonetas. En última instancia, la producción de la planta estará ligada a los pedidos y la interacción con las autoridades locales y las empresas de logística. Desde Switch Mobility afirman que “nuestros indicadores muestran un crecimiento importante en la demanda para este tipo de vehículos, y pensamos que los indicadores actuales en realidad están subestimando el factor de crecimiento real, por lo que nuestros planes son flexibles y pueden adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda del mercado”.

 

Apoyo institucional para Switch Mobility

El acto de presentación de los planes de Switch Mobility ha contado con la presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, además del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, mientras que la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto mostró su apoyo de forma telemática. Andy Palmer, vicepresidente ejecutivo y CEO de Switch, ha manifestado: “Estamos encantados de haber seleccionado Valladolid como ubicación de nuestra primera fábrica en Europa continental. La riqueza de ingenieros altamente cualificados y la sólida cadena de suministros de Castilla y León, combinados con el deseo de España de ser líder en autobuses eléctricos, hacen del área de Soto de Medinella la ubicación perfecta”.

Eva Driessen presidenta de Switch Mobility Iberia y Andy Palmer, CEO de Switch Mobility.

Switch Mobility es una empresa emergente y experimentada, creada a partir de la división de vehículos eléctricos de la compañía de autobuses británica Optare y de la compañía automotriz india Ashok Leyland, el cuarto fabricante de autobuses y vehículos comerciales ligeros más grande del mundo. Con emblemáticos centros de producción en Leeds, Reino Unido, y en Chennai, India, sus vehículos se venden en cerca de 50 países de todo el mundo.

Utilizando la última tecnología de baterías NMC, los sistemas de análisis de datos personalizados de Switch Mobility y su metodología de construcción ligera, la compañía considera que sus nuevos vehículos “optimizarán el coste total de propiedad para las autoridades y los operadores locales, lo que permitirá la descarbonización de ciudades y rutas clave en toda Europa”.