Han sido dos publicaciones de Instagram las que han desvelado las primeras imágenes del vehículo de transporte que Canoo está desarrollando para la NASA. La agencia espacial norteamericana ha pedido a esta compañía estadounidense una flota de vehículos —no se han especificado las unidades— que deben acomodar a cuatro astronautas totalmente equipados, junto a otros tres miembros de la tripulación y un conductor. También debe haber espacio para cinco grandes bolsas con equipos de trabajo.

Los técnicos de la NASA encargados de dar el visto bueno al cumplimiento de los requisitos se han vestido con los trajes espaciales y han cargado el equipaje adicional para verificar que los vehículos de Canoo cumplen con sus expectativas, realizando una primera prueba de conducción con estas minivans por el Centro Espacial Kennedy. Obviamente son totalmente eléctricas y no generan emisiones. Su autonomía no debe ser muy amplia (de unos 80 kilómetros), ya que el trayecto hasta los cohetes listos para el despegue es inferior a los 15 km.

 

Canoo lanzará su modelo “de calle” en pocos meses

Si se eliminasen los logotipos de la NASA que decoran la carrocería de los vehículos de las imágenes, su aspecto sería casi idéntico al del Canoo Lifestyle estándar que debería estar a la venta a finales de 2022. La versión más potente de este modelo totalmente eléctrico ofrecerá unos 300 CV y un par motor de 450 Nm. Con una batería de 80 kWh de capacidad, los datos preliminares hablan de una autonomía máxima cercana a los 400 kilómetros.

El Canoo Lifestyle se ofrecerá con varios niveles de equipamiento, a partir de un precio cercano a los 35.000 dólares estadounidenses (unos 34.000 euros al tipo de cambio actual). La startup tiene hasta junio de 2023 para entregar a la NASA los vehículos solicitados a través de un contrato que forma parte del Proyecto Artemis, cuyo objetivo es que el hombre vuelva a pisar la luna, y en el que también participa la empresa SpaceX de Elon Musk, el propietario de Tesla.

 

Canoo: en la órbita de Apple

Curiosamente, al presentar los resultados financieros del primer trimestre de este año, los responsables de Canoo avisaron de las dificultades económicas que atravesaba la compañía. La startup fue fundada en 2017 por un grupo de antiguos empleados de Faraday Future, incluyendo algunos ejecutivos salidos de BMW y de otros fabricantes importantes, con el objetivo prioritario de crear vehículos eléctricos especialmente innovadores.

Entre sus proyectos todavía se mantiene la producción del futuro Apple Car y, ante su complicada situación económica, no han faltado los rumores de una posible compra por parte de la famosa empresa del logo de la manzana mordida. Los últimos nombramientos en la alta dirección de Canoo se han traducido en un cambio de su estrategia, ahora con el objetivo de vender sus vehículos a los operadores de flotas y también llegar con algunos modelos a los clientes particulares. Habrá que ver si en los próximos meses se confirma su desembarco definitivo en el mercado y hasta dónde puede llegar Canoo.