Seguimos con las buenas noticias respecto a las ventas de vehículos comerciales ligeros, y ahora también en lo que respecta a autobuses, camiones, comerciales ligeros, derivados de turismos y pick-ups. Si hace poco publicábamos la noticia de que las ventas de vehículos ligeros nuevos gozaba de buena salud porque enero cerró con un incremento del 17,6%, destacando el canal de empresas, ahora lo hacemos con las ventas de vehículos usados (VO).

Y es que las ventas de vehículos comerciales e industriales de ocasión, en las que se encuentran también los camiones y autobuses, ha registrado un enero de este año un considerable aumento. Según las asociaciones acreditadas en el sector, como GAMVAN o ANFAC, las ventas de vehículos comerciales e industriales de ocasión han crecido el primer mes de este año nada menos que un 24,8 por ciento. Se desprende por ello que la salud de este segmento de las ventas también es muy buena, y refleja sin duda en gran parte que la actividad comercial en España sigue igualmente una senda de crecimiento.

La cifra total de ventas ha supuesto en enero de 2024 la cantidad de 31.124 unidades de furgonetas y camiones de segunda mano. Una buena cifra que supera, claro, a la del mismo mes del año anterior. De hecho, son precisamente las furgonetas y los vehículos comerciales los que mayor protagonismo tienen en este segmento de las ventas de VO y los que han impulsado alcanzar esa buena cifra del primer mes del año de casi el 25%.

Si vamos a los datos segmentados, encontramos que los vehículos comerciales ligeros medios en VO han crecido un 22,6%, lo que ha representado 13.142 unidades. Mientras que las furgonetas de segunda mano, siempre refiriéndonos a VO, han hecho lo propio en un 32,8% más con 13.450 unidades colocadas en el mercado. Por último, si nos paramos a ver el mercado de las pick-ups en el VO, las cifras hablando del 29,4% de aumento con 1.013 unidades.

Si seguimos por segmentos, los VO entre 3,5 y 6 toneladas crecieron un 12,3% hasta fijar 192 ventas. Los camiones de segunda mano entre 6 y 16 toneladas se anotaron 638 unidades colocadas en el mercado, lo que supuso un ligero incremento de 0,2%, pero subida al fin y al cabo. Los autobuses representan solo el 0,8% del total, mientras que las únicas que han descendido han sido las comprendidas para camiones de más de 16 toneladas, un 9,2% que representó solo 674 entregas.

5 CONSEJOS PARA COMPRAR UN COMERCIAL LIGERO USADO

Si quieres comprar un vehículo comercial ligero usado, te recomendamos que siglas cinco reglas básicas que te ayuden a acertar con tu elección. Porque no es lo mismo elegir un turismo que un comercial ligero donde muchos de sus elementos, por lo general, tienen un coste mayor. Eso sí, algunos consejos son válidos para todos los vehículos en general.

1. Inspecciona siempre el vehículo en cuestión. De arriba a abajo, todo lo que puedas. Por lo general, los vehículos comerciales ligeros, y los camiones y autobuses, se compraron para trabajar con ellos más o menos duramente. Una inspección visual puede darnos la pista, con los tonos de pintura y las tolerancias entre puertas, capó, aletas, etc. de si ha sufrido algún accidente… o no. Recuerda que suelen tener bastantes kilómetros, aunque siempre hay la excepción que confirma la regla, como algunas ambulancias que han prestado un servicio mínimo (obliga la ley en algunas empresas que superen determinado número de trabajadores) que cumplen los diez años y tienen que ser retiradas del servicio, pero que cuentan realmente con muy pocos kilómetros recorridos. Pero son los ejemplos que cunden menos.

2. Un buen repaso al interior. La tapicería, el volante y hasta las gomas de los pedales pueden delatar que tengan más kilómetros de los que muestran. Tampoco es que pretendamos decir que todas las ofertas son engaños porque hay muy buenos profesionales vendiendo este tipo de vehículos, pero conviene ir prevenidos.

Un asiento del conductor muy desgastado, especialmente en el lado izquierdo, suele ser causa de un gran kilometraje… por lo general. También el volante si tiene mucho desgaste (si está muy nuevo también hay que preguntarse a qué es debido) puede ser signo de una dura batalla.

 

3. Elementos diferenciadores. Si el vehículo en cuestión tiene elementos hidráulicos, como que sea un volquete, que cuente con una grúa o rampa trasera elevadora, conviene revisar bien su funcionamiento. Hazlo tú mismo o pide al vendedor que lo haga funcionar. Revisa bien todo lo que puedas ver de tuberías, racores, uniones y demás, porque las reparaciones en este sentido no suelen ser de las más baratas y habrá que acudir, muy probablemente, a un especialista. Mejor no tener que incurrir en esos gastos.

4. Claro está, la mecánica. Es importante probar el vehículo en toda su extensión. Desde la fuerza que tiene el propio motor, hasta el humo que pueda expulsar, o no, el tubo de escape. Si es posible, hay que arrancarlo en frío.

Si es una furgoneta eléctrica, por ejemplo. Mira muy bien el estado de las baterías y su degradación, o el valor de carga que puedan haber perdido. Es normal esto, pero que esté en cifras aceptables. Normalmente, hay que pedir a la marca o a un especialista que lo realice.

Lo mismo pasa con el embrague y ella caja de cambios, así como las reductoras si el vehículo en cuestión constase con ella, como en pick-ups, todo terrenos o furgonetas dotadas con tracción total para el desempeño en el campo. Conviene meter, por ejemplo, todas las marchas y verificar así que entren con suavidad, que no hagan ruidos. Y de paso el embrague, que no tiemble al levantar el pie, que no haga ruido cuando pisamos el pedal del embrague, o que el recorrido del pedal hasta que el vehículo sale o engrana la marcha no se encuentre en un punto muy alto.

5. Por último, verifica la documentación. Pedir un informe a la Dirección General de Tráfico, o a webs que se encargan de ello (autorizadas), no es caro, y puede ponernos en alerta sobre embargos, multas, ITV y kilómetros, si ha pertenecido a empresas de alquiler y no nos lo han dicho, etc. No es caro y el informe se puede emitir en el momento incluso desembolsando una pequeña cantidad más.