La industria del automóvil en general y el mercado de vehículos comerciales en particular han evolucionado de forma impresionante. En menos de 100 años, hemos pasado de ancestrales vehículos con motores de carburación a modernos modelos con las últimas tecnologías y sistemas de propulsión totalmente eléctricos.

Si hacemos un repaso por la historia de los vehículos comerciales, tenemos apasionantes creaciones como las locas SuperVan de Ford o la mítica Volkswagen Bulli. Tan importantes han sido estos modelos, que ambas marcas han tenido reinterpretaciones en versión eléctrica: la Volkswagen ID.Buzz y la Ford Pro Electric SuperVan.

Sin embargo, el caso que hoy traemos es especialmente curioso, y es que vamos a hablar de una furgoneta que podría haber sido una auténtica revolución hace casi 100 años y, lejos de su justo destino, acabo en el cajón del olvido. Tanto es así, que no ha sido hasta ahora cuando se han conocido las primeras fotos y bocetos de este extraño caso.

Opel 1.5-23 COE: La tatarabuela secreta de la Opel Vivaro

Los especialistas de Opel Classic, el departamento de vehículos históricos de la marca, han descubierto en una subasta ocho fotografías de un antiguo vehículo comercial. Si nos fijamos en las fotos y tenemos en cuenta que se esbozaron en la década de los 20, podemos apreciar que tenía un diseño totalmente pionero.

Lejos de contar con los típicos frontales alargados con los pasos de rueda independientes tan típicos de los vehículos de esa época, este concepto tenía el motor bajo el habitáculo. De esta forma, tenía un frontal plano que hacía un anticipo de cómo serían las furgonetas medio siglo después.

La conservación de estas fotos después de 100 años es espectacular, de forma que todavía se puede apreciar que en la parte posterior de las fotos estaba escrito el nombre del proyecto: 1.5-23 COE. Como todo este tipo de denominaciones internas, cada uno de los caracteres tenía un significado. El 1.5 hacía referencia a la cilindrada del motor que había heredado del Opel Olympia (1.488 cc), mientras que el 23 indicaba que su batalla era de 2,3 m y, por último, el COE era un acrónimo de que la cabina estaba instalada sobre el motor (cab over engine).

A pesar de que este concepto de carrocería no era nuevo, sí que era bastante exclusivo, y es que sólo había dos modelos con esta concepción en Alemania. Sin embargo, no gozaron de éxito, puesto que contaban con una cabina excesivamente básica incluso para los estándares de la época y, sobre todo, con un pequeño motor bicilíndrico de dos tiempos que a duras penas podía con la mercancía que debía transportar.

Un proyecto ambicioso truncado por la guerra

La Opel 1.5-23 COE nació en el momento equivocado, y es que las factorías alemanas detuvieron su actividad durante la segunda mitad de la década de los 30 para centrarse en la fabricación de armamento y demás material bélico.

De esta forma, el ambicioso proyecto de Opel se quedó en su fase inicial, por lo que la que estaba destinada a ser una de las primeras furgonetas con un diseño actual, se quedó en un simple prototipo. Nos queda el consuelo de que, al menos 100 años después, hemos podido conocer su historia, y es que como dice el refrán: “más vale tarde que nunca”.