De las líneas de producción de la planta de Mercedes-Benz ubicada en Vitoria (Álava) salen actualmente las furgonetas de la Clase V y Vito, pero su futuro estaba en el aire ya que, como otros fabricantes, Mercedes tiene numerosas factorías en pleno proceso de transformación para dar prioridad a la producción a medio y largo plazo de nuevos modelos eléctricos.

Ahora, la mayoría de la plantilla de las instalaciones alavesas ha aceptado las condiciones de un nuevo convenio colectivo que estará vigente hasta 2026 y que, según los responsables sindicales, acerca a la factoría vasca una inversión de unos 1.230 millones de euros, que aseguraría su futuro para la próxima década.

 

Duplicar la producción con furgonetas eléctricas

Los nuevos requerimientos de movilidad y el necesario cumplimiento de las cuotas de emisiones, están llevando a todas las gamas de los principales fabricantes a un proceso de electrificación acelerado y la marca de la estrella lo viene demostrando en las novedades más recientes dentro de su gama de turismos, pero es un proceso igualmente inevitable en la división de vehículos comerciales, donde la fábrica de Vitoria ocupa una posición de liderazgo en Europa.

La paz social que llega ahora a esta factoría, tras un año y medio de negociaciones, va a implicar, según los representantes de los trabajadores, la creación de más de 400 contratos indefinidos —casi 5.000 trabajadores trabajan en la planta— y la activación de un nuevo plan estratégico con unas importantes inversiones de más de 1.200 millones de euros, con el objetivo fundamental de fabricar furgonetas eléctricas en la planta alavesa y duplicar a largo plazo su capacidad de producción hasta las 300.000 unidades.

 

Efectos colaterales para una nueva fábrica de baterías

La gama actual de los Mercedes Vito y Clase V que salen de Vitoria gozan de una buena salud comercial —en 2022 la compañía espera ensamblar 158.000 vehículos—, con importantes exportaciones a los principales mercados y las inversiones previstas también van a permitir prolongar la vida de las furgonetas con motores de combustión, pero en una segunda fase se renovará la gama, con nuevos modelos eléctricos o que puedan emplear combustibles alternativos y sostenibles.

Tampoco hay que olvidar que Mercedes Vitoria forma parte del proyecto Basquevolt, una iniciativa impulsada por el Gobierno vasco para avanzar en el desarrollo de baterías en estado sólido para vehículos eléctricos y en la que participan otras compañías como CIE Automotive, Enagás, EIT InnoEnergy, CIC energiGUNE e Iberdrola. La planta alavesa es la segunda planta más grande de ensamblaje de furgonetas y da trabajo a unos 30.000 empleos indirectos de su red de proveedores, de forma que las futuras inversiones también permitirán afianzar la iniciativa para la producción de baterías de estado sólido a partir de 2027.

 

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