Los indicadores del sector no engañan y durante los meses de verano la producción de vehículos ha caído mucho más de lo habitual por la falta de aprovisionamiento de microchips, lo que también afecta a la disponibilidad de comerciales ligeros en las redes de concesionarios y, por tanto, a los plazos de entrega a los clientes que realizan una compra en firme.

Las previsiones indican que el ritmo de fabricación de los semiconductores no se ajustará a la demanda del sector de automoción al menos hasta finales del primer semestre de 2022. Es una problemática que reflejan los principales mercados europeos, ya que la reducción en las matriculaciones de vehículos comerciales también afecta, por ejemplo, a Francia, Alemania, Italia y Reino Unido; y tiene su incidencia en las importaciones y exportaciones desde cualquier país.

 

Una tendencia preocupante

Si vamos a las últimas cifras de matriculaciones, las furgonetas más pequeñas alcanzaron unas ventas de 3.645 unidades en septiembre (-47,9%) y de 55.596 unidades en los nueve primeros meses del año (+0,6%). Por marcas, en septiembre el mayor volumen fue para Renault (767 unidades), Peugeot (687) y Citroën (629), mientras que en el acumulado del año el liderazgo lo ostenta Citroën (12.230 unidades), seguida de Peugeot (12.210) y Renault (7.631).

Los furgones de tamaño medio, encuadrados en la categoría de hasta 2,8 toneladas, son los únicos que muestran guarismos positivos en el mes de septiembre, con unas matriculaciones de 1.628 unidades, un 18% más que en el mismo mes del año pasado; llegando a 13.176 unidades en los nueve primeros meses, con un ascenso del 24,3%. Sin duda, el crecimiento del «e-commerce» está teniendo una buena repercusión en los modelos de este segmento.

Los furgones y combis de entre 2,8 y 3,5 toneladas, de momento también continúan con una tendencia negativa en las ventas, pues reflejan unas matriculaciones de 3.527 unidades en septiembre (-20,3%) y de 36.217 unidades en lo que va de año (+18,6%). Y si se analiza el global de las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros por canales, el mayor descenso se palpa entre los autónomos, con una caída del 43,6%, seguidos de las empresas con una bajada del 31,2% y los alquiladores, que en verano han aguantado mejor y solo caen un 2,2%.

En los últimos cuatro meses, el ritmo de crecimiento de la fabricación frente a 2020 se ha reducido en 28 puntos porcentuales, un reflejo del impacto que el desabastecimiento de microchips está causando en el sector de la automoción.

Lo que, en principio, parecía un desequilibrio coyuntural se ha convertido en un escenario que parece que se mantendrá hasta, al menos, el verano de 2022. Ante este contexto, gran parte de las fábricas españolas se han visto obligadas a paralizar líneas de producción y a realizar ajustes en los turnos.