Viajar es una de las formas favoritas de todos para desconectar y olvidarnos del estrés del día a día. Sin darnos cuenta, hacemos un planning de nuestros viajes tan completo y estricto que convertimos unos días de descanso en una estresante yincana en la que debemos correr para completar todas las paradas que nos hemos propuesto.

Sin embargo, si nuestra intención es tener unos días de relax, no hay mejor manera que hacer un viaje sin rumbo ni planificación, centrándonos solo en disfrutar y… ¿Qué mejor manera que hacerlo en una furgoneta camper?

Las furgonetas camper se han puesto de moda, por lo que los fabricantes ya han sacado sus propias versiones para disfrutar de la naturaleza y olvidarnos de los hoteles. Un ejemplo es la Citroën Berlingo by Tinkervan o, para los más exquisitos, la enorme Iveco Daily Camper.

Uno de los problemas de estas furgonetas camperizadas es que suelen tener un importante sobrecoste respecto a sus variantes convencionales. Por ello, hay una alternativa a comprar una furgoneta camper nueva: adaptar la nuestra propia.

Si eres de los que te gusta “liarte la manta a la cabeza” y escoges esta opción, la más beneficiada será nuestra cartera, aunque también hay que tener en cuenta la gran ventaja de que sólo así podremos construir una camper a nuestra medida. Si tienes tiempo y eres lo suficientemente habilidoso como para convertir una furgoneta convencional en una camper, no lo dudes, es la opción más recomendable.

Consejos para construir tu furgoneta camper: ¿Por dónde empiezo?

Si ya has tomado la decisión de camperizar una furgoneta, lo más importante es asegurarte de comprar el modelo correcto, instalar sólo lo que realmente necesitemos y, sobre todo, que todas las modificaciones cumplan con las normativas vigentes. Teniendo estos tres factores claros, vamos a darte unos consejos para que el proceso de construir tu nueva casa rodante sea satisfactorio y disfrutes con él.

¿Qué furgoneta compro?

A la hora de hacernos con un vehículo para camperizarlo, debemos escoger el que mejor se adapte a nuestras necesidades. Uno de los puntos más importantes que debemos tener en cuenta es su tamaño, y es que debemos pensar el número de personas que vamos a viajar y, sobre todo, cuántas dormirán en nuestra camper.

Olvídate del famoso refrán de “caballo grande, ande o no ande”, puesto que si compramos un furgón demasiado grande, la maniobrabilidad en el centro de los pueblos o de las ciudades que visitemos será una auténtica pesadilla. Por ello, tenemos que buscar la relación ideal entre el espacio que necesitamos y la practicidad.

Si vas a comprar una furgoneta de segunda mano, debes fijarte en factores como su kilometraje, estado en general, los años de antigüedad y, sobre todo, su correcto mantenimiento.

Haz un plano con su diseño interior

Si ya tienes en tus manos el vehículo sobre el que vas a trabajar, debes pensar en cómo vas a organizar el espacio disponible. Debes pensar muy bien dónde vas a colocar los muebles, el baño, la cocina o las luces, ya que el espacio es reducido y la distribución es fundamental para hacer llevadera la vida a bordo. La mejor manera de imaginarlo es utilizar las múltiples herramientas online que permiten hacer estos diseños en 3 dimensiones.

Un punto fundamental: el aislamiento

El compartimento de carga de una furgoneta está diseñado para el transporte de mercancías, por lo que en la mayoría de casos la temperatura no importa. Por esta razón, la temperatura en invierno es muy baja y, por el contrario, en verano puede ser próxima a la de una estufa. Si quieres no morir congelado o deshidratado, es esencial aislar térmicamente el habitáculo para mantener una temperatura constante independientemente de la temperatura exterior.

Uno de los materiales favoritos a la hora de aislar una camper es la llamada lana de roca, que puede envolverse en plástico para evitar la humedad. También puedes utilizar espuma de poliuretano, pero es más difícil de aplicar sobre la chapa, ya que no forma una superficie regular al aplicarse. Antes de colocar las planchas, debes dejar a la vista las tuberías y los conductos en los que se introducirán los cables que necesitas para hacer la instalación eléctrica.

Una vez hecho esto, debes panelar el interior para cubrir el material aislante. El material a elegir depende de tu gusto, aunque te recomendamos que busques un equilibrio entre resistencia y ligereza. Si optas por unos paneles muy finos, pueden romperse con el peso, mientras que si son demasiado gruesos y pesados, puede aumentar el consumo de combustible. Lo ideal es recurrir a paneles sintéticos o madera fina y ligera, que aisla bien de la temperatura y no pesa demasiado.

El paso clave: instalación eléctrica y de fontanería

Utilizando los conductos que has dejado a la vista para instalar el cableado y las tuberías, ya puedes comenzar con la instalación de todos los sistemas. A la hora de hacer la instalación eléctrica, es casi obligatorio instalar una segunda batería, y es que así podremos tener corriente eléctrica suficiente sin necesidad de que el vehículo esté encendido.

Para hacer la instalación de fontanería, debes tener claro si quieres hacer un baño completo o sólo necesitas un retrete. La diferencia es importante, y es que si pretendes que tu camper tenga ducha, debes instalar un calentador para que el aseo no se convierta en un castigo.

Compra los muebles

En este punto, tenemos dos opciones: que los muebles estén hechos a medida o, si tienes suerte y encajan, comprarlos en una tienda –que sin duda te saldrá más barato-. Es recomendable que el mobiliario aproveche al máximo el espacio disponible y a poder ser, que sean abatibles, puesto que así no ocupan espacio cuando no los necesitemos.

Llegó el momento de homologar

Si ya estás conforme con las reformas de tu nueva furgoneta camper, debes proceder a homologarla. Los vehículos camperizados tienen que pasar la ITV cada seis meses y presentar los siguientes documentos: informe de conformidad de la casa oficial del vehículo, un proyecto realizado por un ingeniero y un certificado del montaje.

Asegura tu nueva furgoneta camper

Una furgoneta camper es poco menos que una casa con ruedas, por lo que saber qué seguro escoger para tu camper puede convertirse en una quebradero de cabeza. Lo más recomendable es que busques uno que cubra el valor de las reformas realizadas y del equipaje en caso de robo.

Si has seguido todos estos pasos, suponemos que ya tienes tu nueva furgoneta camper, por lo que sólo te queda elegir a tus compañeros de viaje, llenar la nevera y disfrutar de unas vacaciones al aire libre.