Ford ha decidido dar un paso que muchos esperaban: recuperar el techo alto fijo en la gama Nugget, la camper que desde hace casi cuatro décadas lleva la firma de Westfalia y la base de la Transit Custom. La nueva Nugget con techo alto, conocida en Alemania como Hochdach, presentada en el Caravan Salon de Düsseldorf en agosto de 2025, no es un simple derivado de la versión con techo elevable, sino la confirmación de que el mercado europeo —y muy especialmente el español, que ha crecido en cultura camper a gran velocidad— reclama vehículos más habitables, mejor aislados y concebidos sin concesiones como casas rodantes. En cierto modo, Ford no inventa nada nuevo, porque la opción de techo alto ya formó parte de la gama en generaciones anteriores. Pero ahora vuelve con más argumentos que nunca, gracias a un diseño más integrado en la carrocería, un aislamiento mejorado y un planteamiento tecnológico que permite al cliente elegir desde motores diésel clásicos hasta híbridos enchufables o incluso, en un futuro cercano, versiones eléctricas.

Más espacio y aislamiento interior

El techo alto convierte a la Nugget en un vehículo diferente. La carrocería mide lo mismo que en la versión de techo elevable —unos cinco metros en la variante corta y algo más de 5,3 metros en la larga, conocida como Plus—, pero la altura permanente pasa de 2,09 metros a unos 2,80 metros constantes. Esto significa que ya no hay que subir ni bajar nada: siempre se dispone de una altura interior generosa, con espacio de sobra para moverse de pie, trabajar en la cocina o acceder a la cama superior sin renunciar a la comodidad. Ese techo fijo ofrece además la posibilidad de integrar armarios superiores y huecos de almacenamiento, algo que los clientes más viajeros y con estancias largas valoran de manera especial. A todo ello se suma un aislamiento que marca diferencias en invierno: frente a las lonas y tejidos de los techos elevables, el techo alto aporta rigidez, protección frente al frío, la lluvia y el viento, y un silencio interior mucho mayor. Es, en definitiva, un espacio más sólido, que transmite sensación de hogar.

Pero esta apuesta tiene también sus contrapartida. El techo elevable, que sigue siendo la opción más vendida, tiene sentido para un cliente que busca polivalencia: usar su Nugget como coche de diario entre semana y como camper en fines de semana o vacaciones. El techo alto, en cambio, exige más renuncias: con 2,80 metros de altura ya no entra en parkings subterráneos, no pasa desapercibido en un entorno urbano y penaliza en aerodinámica, con un consumo mayor en carretera. Ford lo sabe y no pretende convencer a todos los clientes, sino ofrecer una alternativa clara: quienes eligen el techo alto lo hacen porque priorizan el confort y la habitabilidad sobre la discreción y la versatilidad.

La distribución interior no cambia en esencia respecto al Ford Transit Custom Nugget. Ford y Westfalia mantienen el exitoso concepto de dos espacios: la cocina en la parte trasera y el salón-comedor en el centro, de manera que incluso con la cama inferior desplegada es posible usar la zona de cocina. La cama superior, situada bajo el techo fijo, gana en confort gracias al espacio adicional, y la inferior se sigue configurando a partir de los asientos y el mobiliario. El equipamiento es tan completo como se espera de un camper moderno: cocina de dos fuegos, fregadero con agua fría y caliente, nevera de 33 litros, calefacción estacionaria, ducha exterior, enchufes, iluminación LED y un mobiliario de calidad, con materiales pensados para durar y soportar un uso intensivo. Todo ello con la garantía de Westfalia, que sigue siendo sinónimo de camperización bien hecha.

En el apartado tecnológico, Ford ha dado un paso decisivo al convertir la Transit Custom en una de las bases más modernas de su segmento. La Nugget con techo alto hereda todo ese arsenal: sistema multimedia SYNC 4 con pantalla de 13 pulgadas, conectividad 5G, compatibilidad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, y ayudas a la conducción de última generación. Incluso incluye el programa Ford Camper Assist, con dos años de asistencia especializada en toda Europa. En cuanto a las motorizaciones, además de los diésel EcoBlue de hasta 150 CV, la gran novedad es la disponibilidad de un híbrido enchufable, con autonomía eléctrica suficiente para trayectos urbanos y acceso libre a zonas de bajas emisiones. Y no se puede olvidar que la base Transit Custom ya ofrece una versión eléctrica, lo que abre la puerta a que, más pronto que tarde, veamos un Nugget con techo alto cero emisiones.

El precio es otro aspecto que define al modelo. En el mercado español, la Nugget con techo elevable arranca en torno a los 79.250 euros. Aunque aún no hay cifras oficiales para el techo alto, la experiencia en generaciones anteriores permite anticipar un sobreprecio moderado, entre 400 y 2.000 euros según la carrocería elegida. Es decir, que la decisión no dependerá del presupuesto, sino del tipo de uso. Y aquí está quizá la clave: Ford ha segmentado claramente su oferta. Quien busque un vehículo polivalente seguirá optando por el techo elevable, mientras que quien conciba el camper como un hogar rodante sin concesiones encontrará en el techo alto la solución definitiva.

Un mercado en plena madurez

El regreso de esta versión no es un capricho de catálogo, sino un movimiento estratégico que refleja la madurez del mercado camper en España y Europa. En nuestro país, el segmento ha crecido de forma notable: según datos de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR), en los últimos cinco años las matriculaciones de campers han duplicado su peso dentro del sector, con un perfil de cliente más diverso y exigente que ya no solo busca un vehículo para escapadas estivales, sino un aliado para viajar durante todo el año. El auge de áreas de autocaravanas, la proliferación de empresas de alquiler y la consolidación de la cultura camper en medios especializados han dado forma a un mercado que pide productos más especializados. Y ahí, el Ford Nugget con techo alto encaja como anillo al dedo: no pretende ser el coche de todos los días, sino el compañero de quienes entienden que un camper debe comportarse como una casa con ruedas, con independencia de la estación o el destino.

Con esta jugada, Ford no solo amplía su gama, sino que envía un mensaje claro: la Nugget quiere seguir siendo un referente europeo en el camper compacto. Y ahora, con la versión de techo alto, lo hace apelando a los clientes más puristas y exigentes, aquellos que no se conforman con un vehículo versátil, sino que buscan uno pensado para vivir, viajar y resistir. Puede que no sea el más discreto ni el más urbano, pero es, sin duda, el que mejor simboliza hacia dónde evoluciona el camper de verdad.