Toyota Proace Max

La Toyota Proace Max cuenta con una gama motriz diseñada para ofrecer rendimiento, durabilidad y eficiencia real en los entornos de trabajo más exigentes. Toyota ha estructurado esta oferta en torno a dos pilares muy claros: motores diésel robustos y una versión eléctrica avanzada que permite operar sin restricciones en zonas urbanas y ZBE. El objetivo es que cualquier flota encuentre una configuración que se adapte exactamente a sus necesidades operativas.

A diferencia de otros fabricantes que diversifican en exceso sin aportar valor real al uso profesional, Toyota apuesta aquí por mecánicas de alto rendimiento, fiables y capaces de trabajar a plena carga durante largos ciclos, reduciendo tiempos de inactividad y garantizando continuidad operativa.

Motores diésel D-4D: solidez para trabajos pesados

La familia diésel de la Proace Max se articula en torno a un motor 2.2 D-4D altamente probado en flotas y aplicaciones industriales. Está disponible en tres niveles de potencia —120, 140 y 180 CV— todos ellos acompañados de cifras de par muy generosas, perfectas para mover cargas voluminosas o remolques pesados.

Estos motores destacan por:

• Alta robustez: diseñados para operar de manera continuada sin pérdida de rendimiento.

• Par disponible desde muy bajas revoluciones: clave para afrontar pendientes, arranques cargados y maniobras de precisión.

• Consumos contenidos en uso real: incluso en carrocerías de gran volumen.

• Mantenimiento sencillo y económico: Toyota optimiza todos los intervalos para minimizar tiempos muertos.

Dependiendo de la versión, pueden combinarse con caja manual de 6 velocidades o con una automática de 8 relaciones (EAT8), muy recomendada para usos intensivos o conducción urbana constante.

A nivel de capacidades, los diésel permiten:

• Más de 1.400 kg de carga útil según versión.
• Hasta 3.000 kg de remolque en configuraciones específicas.
• Estabilidad sobresaliente incluso a plena carga, tanto en vías rápidas como en maniobras lentas.

• Proace Max Electric: cero emisiones sin renunciar a la capacidad

  La Proace Max Electric es una de las grandes ventajas competitivas de Toyota dentro del segmento. A diferencia de muchos rivales, no sacrifica volumen ni carga útil, lo que la convierte en una de las furgonetas eléctricas grandes más capaces del mercado.

  Incluye:

  • Batería de 110 kWh, ideal para jornadas completas sin recargas intermedias.

  • Autonomía de hasta 420 km WLTP, una de las más amplias de su categoría.

  • 270 CV y 410 Nm de par, garantizando una respuesta inmediata incluso con carga.

  • Hasta 1.500 kg de carga útil, referencia absoluta entre las eléctricas de gran tamaño.

  • Carga rápida a 150 kW, permitiendo recuperar un 10–80 % en tiempos muy competitivos.

  Su silenciosa marcha y ausencia total de vibraciones la hacen especialmente útil para:

  • reparto urbano intensivo,
  • logística nocturna,
  • operaciones en zonas residenciales,
  • empresas que necesitan una imagen sostenible sin renunciar a volumen.

  La gestión térmica avanzada de la batería mantiene la autonomía estable incluso en climas extremos, un aspecto crítico para flotas eléctricas.

Tabla comparativa de motores

En conjunto, la gama motriz de la Toyota Proace Max destaca por su solidez, coherencia y enfoque profesional, ofreciendo motores que funcionan realmente bien bajo presión, consumos ajustados, capacidades muy elevadas y una alternativa 100 % eléctrica que no compromete la usabilidad. Toyota ha priorizado ofrecer mecánicas que resuelven problemas reales, y eso se nota en el rendimiento, la durabilidad y la estabilidad que demuestra este modelo en el día a día.

El habitáculo y las capacidades de carga de la Toyota Proace Max representan uno de los pilares fundamentales de su propuesta profesional. Toyota ha buscado crear un furgón grande que no solo destaque por su volumen o cifras, sino por la practicidad real, la ergonomía en largas jornadas y la facilidad de uso incluso en entornos urbanos complejos. El resultado es un vehículo que combina gran modularidad, excelente accesibilidad, diseño inteligente del espacio y un puesto de conducción pensado para trabajar muchas horas sin fatiga.

A pesar de su tamaño, la Proace Max ofrece una conducción sorprendentemente cómoda gracias a su estructura optimizada, su buen aislamiento y un reparto de pesos que ayuda a mantener la estabilidad incluso con el vehículo cargado. Esto, unido a múltiples opciones de carrocería, la convierte en una herramienta ideal para profesionales que buscan un vehículo flexible, capaz y fácil de manejar.

Volumen y configuraciones

La Proace Max se ofrece en varias longitudes y alturas que permiten cubrir misiones profesionales muy diversas: reparto urbano, logística regional, mudanzas, trabajos de construcción, asistencia técnica móvil, flotas municipales o conversiones específicas. Gracias a esta variedad, el cliente puede elegir con mucha precisión la configuración que mejor se adapta a su actividad.

Los volúmenes disponibles pueden superar los 6,9 m³ e incluso alcanzar cifras mayores dependiendo de la combinación de longitud (L2, L3, L4) y altura (H1, H2, H3). Toyota ha diseñado la zona de carga con líneas rectas, un suelo bajo y una apertura trasera extremadamente amplia, con puertas que pueden abrirse hasta 270 grados, facilitando la carga lateral y trasera incluso en calles estrechas o almacenes con rampas.

En todos los casos, la zona de carga prioriza:

• Espacio útil totalmente aprovechable, con paredes rectas.
• Suelo de acceso bajo, que reduce la fatiga en operaciones repetitivas.
• Iluminación generosa, opcionalmente LED.
• Anillas de amarre reforzadas, para asegurar mercancía pesada.
• Opciones de protección del suelo y paredes, disponibles mediante Toyota Professional.
• Puertas laterales deslizantes amplias, facilitando la carga con carretilla.

La variedad de carrocerías permite adaptar la Proace Max tanto a misiones de alto volumen como a transporte muy pesado, convirtiéndola en uno de los modelos más versátiles del segmento.

El interior de la Proace Max se ha concebido para ser un espacio funcional, cómodo y resistente. Toyota sabe que muchos conductores pasan más tiempo en la cabina que en una oficina, por lo que ha centrado sus esfuerzos en crear un puesto de conducción que reduzca la fatiga y facilite el trabajo diario.

Entre los puntos más destacados del habitáculo encontramos:

• Puesto de conducción inspirado en un turismo, con mandos claros, buena ergonomía y visibilidad excelente.

• Asientos confortables y resistentes, disponibles con soporte lumbar y reposabrazos, pensados para jornadas largas.

• Gran número de huecos portaobjetos, ideal para herramientas, carpetas, dispositivos, botellas o documentación.

• Bandejas superiores y cofres adicionales, que permiten organizar el material sin comprometer la seguridad.

• Volante multifunción, que facilita el control de sistemas multimedia y maneteros sin soltar las manos.

• Buena insonorización, esencial en trayectos largos o conducción sostenida en carretera.

Además, según la versión, la Proace Max puede equipar elementos que elevan aún más su funcionalidad:

• Climatización automática o bizona, ideal para rutas prolongadas.
• Iluminación interior LED en zona de carga y cabina.
• Tomas de 12 V y 230 V, perfectas para cargar herramientas o dispositivos.
• Pantalla multimedia de gran formato, con integración total para smartphone.
• Instrumentación digital, que mejora la lectura de datos en tiempo real.
• Soportes especiales para tablets o dispositivos de logística, muy útiles para servicios de reparto.

La sensación general dentro del habitáculo es la de un vehículo moderno, bien pensado y orientado totalmente al uso profesional. La posición de conducción elevada, sumada a la amplitud del parabrisas y los retrovisores de buen tamaño, facilita las maniobras, incluso en entornos urbanos estrechos.

Uno de los puntos donde la Proace Max se distingue claramente es en la facilidad con la que permite gestionar cargas grandes o pesadas. El diseño del chasis y su suspensión están pensados para ofrecer estabilidad incluso a plena carga, evitando balanceos excesivos y manteniendo un tacto de conducción predecible. Esto se traduce en una mayor seguridad y confianza para el conductor.

El acceso a la zona de carga es especialmente cómodo gracias a:

• Puertas traseras de apertura amplia, que facilitan el uso de plataformas elevadoras.
• Altura de carga contenida, que reduce esfuerzos en ciclos repetitivos.
• Puertas laterales deslizantes generosas, perfectas para cargas voluminosas.

En conjunto, el apartado de habitáculo y capacidades vuelve a situar a la Toyota Proace Max como una de las opciones más equilibradas del segmento: un vehículo grande, sí, pero sorprendentemente cómodo, modular y práctico, ideal para quienes necesitan un furgón de alto rendimiento para trabajar a diario.

El equipamiento de la Toyota Proace Max es uno de los argumentos más sólidos de este modelo dentro del segmento de furgones grandes. Toyota ha diseñado una oferta amplia, bien estructurada y orientada a cubrir las necesidades reales de profesionales que pasan muchas horas en la carretera, operan en entornos exigentes o gestionan flotas donde la fiabilidad, la conectividad y la seguridad son prioritarias. A diferencia de otros rivales que ofrecen niveles de equipamiento muy básicos en sus versiones de acceso, la Proace Max destaca por ofrecer desde el comienzo una dotación funcional, equilibrada y enfocada en la productividad.

En primer lugar, el área de tecnología y conectividad recibe una atención especial. Las versiones superiores pueden equipar pantallas multimedia de 8 a 10 pulgadas, con integración total de Apple CarPlay y Android Auto, servicios conectados, navegación integrada y actualizaciones que permiten al conductor gestionar rutas, documentación digital, comunicaciones o herramientas propias de logística. La instrumentación puede complementarse con un panel digital en configuraciones avanzadas, que mejora la lectura de información esencial como consumo, eficiencia eléctrica, autonomía o avisos del vehículo.

En cuanto a seguridad, la Proace Max incorpora desde la versión GX elementos fundamentales del programa Toyota Safety Sense, como el frenado autónomo de emergencia, la alerta de cambio involuntario de carril, el reconocimiento de señales o el asistente de estabilidad con carga. A medida que se asciende en la gama, se suman funciones más avanzadas: control de crucero adaptativo, cámara de visión trasera con guías dinámicas, sensores delanteros y traseros, avisos de fatiga o incluso visión de 360º en las configuraciones más completas. Este enfoque convierte a la Proace Max en uno de los furgones más seguros y tecnológicamente preparados del segmento.

El apartado de confort y habitabilidad también ha sido cuidadosamente trabajado. Las versiones superiores añaden asientos mejorados con soporte lumbar, climatización bizona, volante multifunción, reposabrazos ajustables, iluminación interior LED y materiales más resistentes o agradables al tacto. La sensación dentro del habitáculo es la de un vehículo preparado para jornadas largas, bien aislado y con una ergonomía pensada para conductores que trabajan muchas horas dentro de la cabina.

En el ámbito profesional, el equipamiento relacionado con la zona de carga tiene un papel fundamental. La Proace Max puede incorporar puertas traseras de apertura hasta 270 grados, tomas de corriente en la zona de carga, iluminación LED, múltiples anillas de amarre y diferentes tipos de protecciones de suelo y paredes según el uso previsto. A esto se suma la oferta de accesorios de Toyota Professional, que permite equipar el vehículo con estanterías modulares, rampas, bacas, divisiones específicas para oficios, soportes de material o soluciones para transporte refrigerado, lo que multiplica la versatilidad del modelo.

Por último, los niveles de acabado se han estructurado para ofrecer opciones que encajan con perfiles profesionales muy distintos: el GX, orientado a la máxima eficiencia y robustez; el VX, que añade tecnología y confort para quienes convierten el vehículo en una oficina móvil; y el Shuttle/Verso, pensado para transporte de personal o uso mixto con mayor calidad interior e insonorización.

Tabla de equipamiento principal

El segmento de los furgones de gran volumen es uno de los más exigentes y estratégicos del mercado profesional europeo. Aquí compiten modelos concebidos para mover cargas muy pesadas, ofrecer grandes superficies de trabajo y adaptarse a conversiones profesionales especializadas. Es un ecosistema donde confluyen propuestas muy consolidadas, con arquitecturas probadas, amplias posibilidades de transformación y una fuerte presencia en flotas. En este contexto, la Toyota Proace Max se sitúa en pleno corazón del segmento, rivalizando con pesos pesados como Fiat Ducato, Peugeot Boxer, Citroën Jumper, Opel Movano, Ford Transit, Mercedes‑Benz Sprinter, Renault Master, Volkswagen Crafter y sus derivadas industriales.

Se trata de un grupo de modelos con planteamientos diversos. La gama Stellantis (Ducato, Boxer, Jumper y Movano) apuesta por una enorme modularidad y la posibilidad de desarrollar casi cualquier conversión imaginable, desde cajas cerradas hasta ambulancias, isotermos o chasis cabina de gran longitud. La Ford Transit se caracteriza por un comportamiento dinámico muy equilibrado, una gama mecánica amplia y una enorme extensión de carrocerías y transformaciones disponibles en Europa. La Mercedes‑Benz Sprinter, por su parte, ofrece un enfoque claramente premium con un interior muy cuidado, una electrónica avanzada y opciones de conectividad que la posicionan como referencia para empresas de alto nivel. La Renault Master, recientemente renovada, es una de las opciones más populares en reparto, servicios públicos y flotas municipales gracias a su eficiencia y bajos costes operativos. La Volkswagen Crafter, finalmente, destaca por una excelente calidad de construcción y por ser una de las bases preferidas para conversiones profesionales de largo recorrido.

En este escenario tan competitivo, la Toyota Proace Max destaca por un enfoque especialmente equilibrado: ofrece versiones diésel potentes y fiables, una variante eléctrica con cifras de autonomía plenamente utilizables (hasta 420 km WLTP), un abanico amplio de longitudes y alturas y un diseño interior que combina ergonomía, funcionalidad y durabilidad. Su gran fortaleza radica en ofrecer una herramienta profesional robusta y muy versátil sin complicaciones innecesarias, apoyada además por una garantía Toyota Relax de hasta 10 años que aporta una seguridad operativa excepcional. Para flotas que no pueden permitirse tiempos de inactividad —reparto, empresas de servicios, instaladores, logística urbana o interurbana—, este respaldo marca una diferencia real.

Además, la Proace Max logra mantener una muy buena relación entre volumen útil, carga, eficiencia mecánica y estabilidad en conducción, incluso en sus versiones más largas. Esto la convierte en una opción especialmente interesante para quienes necesitan un vehículo grande capaz de soportar jornadas intensivas, mantener costes contenidos y ofrecer la flexibilidad necesaria para adaptarse a todo tipo de misiones.

Tabla comparativa real del segmento de gran volumen